Las islas de Palawan forman un verdadero paraíso, y podemos decir que son la estrella de la corona de Filipinas. Volamos con Airswift directos desde Panglao en un avión con motor de hélices. El aterrizaje se hace desde el mar, ya que la pista de aterrizaje de El Nido empieza a pie de playa, a prácticamente 20 metros del mar.
En El Nido puedes hacer muchas cosas como tirarte en tirolina, probar la carne de cocodrilo, o disfrutar de los sunsets tanto en la playa de Las Cabañas como en la de Corong-Corong (aquí se encuentra el famoso famoso resort-restaurante Panorama), o incluso disfrutar de un verdadero masaje filipino. Pero sin duda lo que no puedes dejar de hacer es cualquiera de los hoppings island que te llevan a recorrer las mejores playas y escondites de este maravilloso lugar.
Recomiendan hacer los tour A y C, que son los que nosotros hicimos, aunque lo cierto es que creemos que si se disponen de días, es recomendable hacerlos todos. Te encontrarás con playas de azul turquesa y la arena más blanca nunca vista (y eso que hemos estado en lugares con agua verdaderamente igual a una piscina), peñascos y acantilados que te dejan con la boca abierta, grutas y piscinas naturales secretas… cualquiera de estos lugares te dejará sin palabras. Nosotros en las dos ocasiones alquilamos una bangka privada con un grupo de españoles que conocimos y es lo que recomendamos para poder disfrutar de la salida de la mejor manera posible. Juan y José gracias por vuestro buen rollo.
El Nido Town nos gustó mucho, nos recordó a la isla de Siargao pero “a lo grande”. Estuvimos alojados en Spin Designer Hostel y lo recomendamos por estar en pleno centro. Es un pueblo pequeño pero adaptado al turismo y con gran variedad gastronómica y de ocio, pero sin perder la esencia de los filipinos. Otra cosa que nos resultó curiosa es que la playa de El Nido Town es bonita en contra de lo que habíamos leído en otros blogs de viajes. De noche puedes ver como todas las bangkas están fondeadas para salir al día siguiente como si de un ejército se tratase.
El último día en El Nido decidimos aprovecharlo en tierra de modo que alquilamos una moto (sin casco) y fuimos a recorrer sus carreteras y sus playas: Nacpan Beach y Lio Beach.
Nuestro trayecto a Coron fue en ferry desde El Nido Town. Llegamos a esta isla la cual nos resultó diferente a todas las demás. Las casas cercanas al mar están construidas en manglares y vemos realmente mucho tráfico. El atractivo de esta isla son sus hopping island, ya que sus playas no son nada recomendables.
Para ver un sunset realmente espectacular, puedes verlo desde lo más altote una montaña después de subir las más de 700 escaleras, o desde cualquiera de los rooftop del pueblo. Nosotros recomendamos The View Deck Grill House.
Los hopping island que hicimos también fueron privados, para evitar grandes masificaciones y poder salir y hacer el recorrido en el orden que quisiéramos. A diferencia de El Nido, donde el propio capitán se encarga de todo lo relativo a la comida y bebida, aquí tuvimos que ser nosotros, con ayuda del capitán los que nos encargamos de comprar la comida en el mercado del pueblo. Un mercado que tiene vida propia y que resultó ser completamente diferente a lo que estamos acostumbrados, sin duda otra experiencia más, que a nosotros nos encantó vivir.
Nos gustaría agradecer a todos los que conocimos y con aquellos que hicimos los tours ya que nos encantó conoceros: Marina y Gerard, María y German, Eli y Álex, Blanca y Pablo; lo pasamos genial.
Nuestra sorpresa vino el último día: Cauayan Island es sin duda la mejor foto y el mejor recuerdo que nos llevamos a las retinas. Una isla desierta con una lengua de arena blanca que permitía cruzar de una isla a otra. Vimos este lugar desde Google Maps antes de ir, y se nos puso la piel de gallina el hecho de saber que allí estábamos. No pudo ser una mejor despedida de este increíble viaje.
Prueba en movimiento de nuestro viaje:
