La causa principal de la escapada a Madrid fue Jamiroquai. El único concierto que se hizo en España. Y por ello decidimos aprovechar el fin de semana en la capi. Música y gastronomía era lo que nos deparaba estos días.
Fuimos en Ave desde Barcelona. A nuestro parecer muy cómodo puesto que te deja en el centro de la ciudad y no implica el engorro típico de los aeropuertos. Aunque es un poco más caro, valoramos el conjunto… en sólo 2 horas y media estábamos en Atocha.
Reservamos un apartamento con mucho encanto, súper pequeñito pero ideal para un fin de semana. Nada más llegar dejamos nuestras maletas y nos fuimos a Platea, un concepto de “barras” con cocineros estrellas Michelín. Allí disfrutamos de un vino con queso, y de fondo un grupo de jazz tocando en directo. Reservamos en el restaurante Caramba, del Grupo Larrumba, un acierto donde pudimos disfrutar de platos modernos pero con el sello de lo castizo.
El sábado por la mañana nos esperaba un día de recorrido y fotos por la capital. Empezamos por La Latina donde almorzamos en Juana la Loca, un restaurante súper recomendable por su deliciosa tortilla de patata. Mejor ir pronto, y los domingos está imposible, ya se sabe la hora del vermú en Madrid es deporte nacional. Bajamos a la Catedral de la Almudena, el Palacio Real y el Templo de Debod.
De ahí decidimos ir a El Corte Inglés de Callao en la Gran Vía y subir a su zona Gourmet en la azotea. Seguimos por la Puerta del Sol a visitar al tío Pepe y la Plaza Mayor sin olvidarnos del Mercado de San Miguel.
Antes de ir al concierto nos decantamos por una merienda-cena en la Taberna Laredo. Jamón y lomo ibérico y queso manchego con pan de cristal fueron nuestra elección.
Por fin llegamos al concierto Jamiroquai en el Windin Center. Teníamos asientos en las gradas pero desde el primer momento que sonó la música la gente fue incapaz de sentarse. Dos horas duró y lo pasamos realmente bien, tanto que nos supo a poco. Jay Kay no defraudó, con su sombrero de luces parecía sacado de un videojuego.
A parte de Cloud 9, single que presenta en el nuevo álbum, sonaron las canciones más míticas y antiguas de su discografía, como… Little L, Cosmic Girl o Feel So Good.
El domingo no faltamos al Rastro. Vimos los miles de puestos y cosas de todo tipo, pero con una mañana no tienes tiempo de ver todo lo que hay. Se puede decir que uno de los planes preferidos de los madrileños si hace buen tiempo, como fue en nuestro caso, es ir a dar una vuelta por el Rastro. Cerca de una de sus calles está el Mercado de San Fernando, no tan masificado como podría ser el de San Miguel o San Antón.
Acabamos nuestro fin de semana en El Retiro. En el Palacio de Cristal no faltaron las fotos, además los colores que predominaba por los alrededores hizo que consiguiéramos unas instantáneas de lo más otoñales.
Este fue nuestro itinerario para un fin de semana en Madrid, y es que la capital es mucho más que el bullicio de sus calles y visitar los puntos clave. Seguramente nos quede mucho por visitar de Madrid, así que seguramente volveremos.
Aquí, la prueba del delito 😉